El estudio de Orlando Ferreres y Asociados, a través de su análisis sobre Inversión Bruta Interna Mensual (IBIM-OJF), reportó para julio de 2025 un crecimiento interanual del 10,6% en términos de volumen físico, excluyendo los efectos de la inflación. En valores monetarios, la inversión alcanzó los USD 7.555 millones, según el informe. Sin embargo, el documento advierte sobre una desaceleración en el ritmo de expansión, marcando la tasa de crecimiento más baja desde diciembre del año pasado, cuando comenzaron a registrarse variaciones positivas.
El sector de maquinaria y equipos fue el principal motor del crecimiento, con un aumento del 26,7% en julio, acumulando un avance del 44,9% en los primeros siete meses del año. “La maquinaria importada presentó una suba de 45,4%, mientras que la inversión en nacionales creció 7,6%”, detalla el informe, destacando el fuerte impulso de las importaciones en este rubro. Este desempeño refleja un interés sostenido en la renovación y expansión del parque industrial, aunque con un crecimiento más moderado en la producción local.
Por otro lado, el sector de la construcción mostró un retroceso del 4,2% en julio, revirtiendo el avance registrado en junio y evidenciando una dinámica de altibajos. Pese a esta caída, el acumulado de los primeros siete meses del año arroja un crecimiento del 4,8%, lo que indica una tendencia positiva, aunque con menor vigor que en otros sectores.
El análisis subraya que, a pesar del crecimiento interanual, la inversión muestra signos de moderación. “La inversión sigue mostrando un avance en la comparación interanual, pero la estimación de julio sugiere una desaceleración, arrojando la tasa de crecimiento más baja desde que comenzaron los registros positivos en diciembre del año pasado”, indica el informe. Esta ralentización se atribuye a una combinación de factores, incluyendo una base de comparación más alta y un contexto de mayor incertidumbre. “Hacia adelante es esperable que las tasas de crecimiento de la inversión sean menores a las que estuvimos observando durante la primera mitad del año. Por un lado, la base de comparación es mayor, pero también las condiciones macroeconómicas se ven más volátiles, y hay mayor incertidumbre entre los agentes económicos, no solo por la marcha de la economía, sino en el plano político, con el gobierno pasando un mal momento y con las elecciones de medio término en el horizonte”, concluye el documento.